Explicación biológica del amor

El otro día estando con un amigo y su novia, esta masculló entre chanzas y gracietas una percepción que lleva repitiéndose inexorablemente en todos los individuos desde la aparición del ser humano en la Tierra:

– «No sé como puedo aguantar a este tio».

–  «Porque lo quieres» – repliqué yo.

– «Ya, pero no sé la razón».

beso

Es algo bastante común no encontrar una explicación lógica y racional a las implicaciones afectivas de las personas, al porqué estas son así y no de otra forma o porque nos condicionan con unos determinados individuos y no con otros.  Para la mayoria de la población, la causa es atribuida al hecho más universal que conocemos: el amor.  Damos por supuesto que en todos nosotros actua una especie de fuerza psicosomática invisible que nos produce  efectos emocionales aleatorios y ello se ve traducido en determinadas peturbaciones físicas.  ¿Quién no ha sentido alguna vez «mariposas en el estómago»? ¿A quién no se le ha acelerado el pulso exponencialmente al encontrarse inesperadamente con la persona deseada? ¿Quién no ha visto modificada su percepción sobre las virtudes y defectos de un individuo en función de los ojos con los que lo mirara en distintas épocas?. Pues todo esto amigos, tiene una explicación más prosaica y menos romántica de la aceptada mayoritariamente por nuestras sociedades. Intentemos desglosarla un poco:

Gracias a novedosas técnicas como el PET (Tomografía de Emisión de Positrones), el Profesor Uribe (uno de los cientificos más reputados en este tipo de estudios)  hizo la explicación científica de un acontecimiento que nos pasa a todos, sacude el cuerpo y, como si fuera una enfermedad, es capaz incluso de variar nuestros signos vitales.

Con la nueva técnica de escaneo PET se pueden medir en detalle el funcionamiento de las distintas áreas del cerebro mientras el paciente está cómodo, consciente y alerta. Es una técnica muy novedosa pues permite estudiar los procesos químicos que se dan en el cerebro. Muestra el cerebro trabajando y sus resultados permiten conocer la química del amor.
«Numerosos estudios nos han demostrado que el amor tiene varias fases progresivas, cada una más compleja que la anterior, que cambian según se alojan diferentes sustancias en el cerebro», sostuvo el doctor Uribe.

1. La primera fase del amor la explica la testosterona, una hormona que lleva a la atracción pero que no mantiene el vínculo entre las parejas. La testosterona es una cuestión todavía muy animal e instintiva que dura los primeros días o meses de una relación.
2. La segunda etapa se denomina Amor romántico, y aunque la sustancia dopamina tiene mucho que ver con ésta, también la cultura que determina los detalles, por ejemplo, si se usa o no regalar flores. «En esta fase los sentidos están adormecidos por la dopamina, en una especie de borrachera que produce euforia y no permite ver los defectos de la pareja».
Esta etapa que se da en el cerebro medio, ocurrió en la evolución de los seres para garantizar que las crías estuvieran acompañadas por sus madres, mientras los machos traían la comida. «Si no hay conexión del padre con la madre de las crías, no se garantizaría el crecimiento de los pequeños», dice Uribe. Esta segunda fase suele durar entre 12 y 18 meses.

3. Tercera fase: Del amor al apego. Dos sustancias llegan al cerebro para permitir que los sentimientos establecidos en la etapa del Amor romántico se mantengan.

Se trata de la oxitocina en las mujeres y la vasoprecina en los hombres, sustancias que se mueven en el neocortex del cerebro y hacen que el amor se vuelva más racional. Así, se vive el amor desde sistemas más complejos de pensamientos en los que la relación no depende del no, sino de otras cualidades. La oxitocina que mantiene a las mujeres enamoradas es la misma que segregan las madres cuando acaban de tener a sus hijos, lo cual explica la intensidad de esta hormona que puede hacer durar eternamente una relación. «la oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes tras la primera oleada de emoción. Ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como en un orgasmo».
En esta fase dos cosas mantienen vivo el amor: el instinto y la cultura.
«Las causas externas afectan el amor. Si un miembro de la pareja es infiel, hace que en el otro se bajen los niveles de oxitocina si es mujer o vasopresina si es hombre», con lo que se comprueba que el amor no es sólo cuestión de sustancias en el cerebro, sino de las situaciones externas que las mueven.

4. Cuarta Fase: Amor verdadero. Pocos son los afortunados que llegan a sentir la cuarta etapa o Amor verdadero por su pareja. Su existencia está descrita desde los tiempos de los griegos, que la llamaron Ágape y la explicaban como el amor que sólo Dios puede sentir por los seres humanos; pero ni siquiera se conoce aún la sustancia química que la gobierna.

«Este tipo de amor trasciende más allá de la existencia física y pocos realmente logran experimentarlo. De hecho se confunde mucho con el amor romántico, gracias a la potencia de la dopamina también conocida como la gasolina del amor».

Para alguno quizás resulte duro, pero como véis, todos esos procesos cognitivos que nos ocurren poco tienen que ver con el aura mística que le atribuimos al amor.

Saludos.

6 comentarios

  1. eol said,

    agosto 27, 2009 a 9:41 am

    Todo son reacciones químicas y biológicas, es lo que hay. No existe nada ‘mágico’ en el cerebro, todo lo que nos parezca mágico en realidad es inexplicable, simplemente no lo conocemos, no sabemos como es TODAVÍA.

    Seguro que lo acabaremos sabiendo, si no es hoy, o este siglo, es al siguiente o dentro de dos, pero se acabará explicando.

    De hecho, seguro que el elixir del amor que muchas películas describen, no resultará tan utópico dentro de un tiempo.

  2. Lantia said,

    agosto 28, 2009 a 9:33 pm

    No creo en el amor, no en el que nos venden por ahí. El que describes es real, ¿y después? un balance de intereses con ciertas dosis de cariño y sexo (uno de los motivos más influyentes en el éxito o la derrota de un proyecto de convivencia)

  3. buscandoelamanecer said,

    agosto 29, 2009 a 11:23 am

    El análisis que expongo trata de explicar los procesos cognitivos y quimícos que generan lo que comunmente solemos denominar «sentimientos» o factores emocionales, no las relaciones humanas, puesto que estas son más complejas al influir un número de variables sensiblemente superior.

    Las reacciones corporales que se suscitan por la atracción, deseo, querencia o amor hacía otra persona son inherentes e innatas en todo individuo, es decir, da igual los rasgos que definan tu personalidad o el contexto geográfico en el que te halles, la manera de aparecer y percibir estos son practicamente iguales en toda la población, ahora, la manera de gestionarlos y plasmarlos no.

    Obviamente ahí ya juega un factor fundamental la idiosincrasia cultural de la sociedad en la que se encuentra inmerso cada uno y sus características psicológicas, por eso las relaciones no son comparables entre España, Irak, Indonesia y ciertas tribus africanas, como tampoco las perspectivas son iguales entre dos chavales de 20 años que en personas de 60 o como tampoco son iguales las expectativas que se plasmaban en las relaciones hace 70 años con las de la actualidad porque la mentalidad colectiva no tiene nada que ver.

    Saludos.

  4. Laura said,

    septiembre 11, 2009 a 5:33 pm

    Tienes totalmente la razón en lo que escribes,la cuarta fase es difícil llegar, una vez que ya tienes hijos se establece la convivencia y ahí se queda no va más allá en la mayoría de parejas,ójala si se llegase a esa fase, porque yo creo en el amor y puede que esa fase la pase,pero hay veces que te adaptas a una persona y con ella pasas el resto de tu vida.

  5. Lauriita said,

    May 25, 2010 a 8:03 pm

    Me gusta este entrada porque alguna vez yo he pasado por esas etapas pero no por todas… Cuando amas a una persona muchas veces no tienes palabras para expresar lo que sientes y la quieres sin más. El amor es muy bonito cuando uno es correspondido, sientes esas «mariposas en el estómago», piensas mucho en esa persona,se te acelera el corazón.. pero cuando se termina todo se vuelve negro, te sientes triste y incluso hasta sola y, por lo menos, en mi caso, dejé de creer verdaderamente en ello. Algnas veces pienso como sería otra vez volver a enamorarme y creo que me costaría mucho pero cuando aparezca la persona adecuada volvere a creer en el amor,porque es algo bonito cuando estas con la persona correcta.
    Siempre tiene que haber una atracción hacia la persona para empezar una relación con ella porque si no estaríamos mintiendo, esta claro que después cuando se empieza una relación todo es bonito, se cometen muchas locuras por amor pero con el paso del tiempo suelen venir algun tipo de problemas y hay veces que las parejas terminan por romper porque se han dado cuenta realmente que no son felices o no son compatibles (lo digo por mi experiencia).
    Yo me quede en la tercera, empezando la cuarta y obviamente me gustaria encontrar la persona adecuada para «realizar» esa cuarta fase porque tiene que ser increíble seguir con una persona durante mucho tiempo y seguir como el primer día.
    «Nada es imposible»

    Un saludo.

    • andres said,

      marzo 9, 2012 a 10:20 pm

      a mi me gustaria ser esa persona de la cual t enamores porque creo que el amor es cuetion de convivencia y por ello vemos a parejas en las cuales el hombre esta feo y la mujer bonita o viceversa y lo que les gusta es eso, es decir estar con la persona q estan pero tambien hay un cierto interes siempre y mucho hedonismo a mi forma de pensar creo q el amor si es dar todo sin recibir nada a cambio y aunque esto trae consecuencias a veces creo q ese es el verdadero amor


Replica a buscandoelamanecer Cancelar la respuesta